El cerebro de una persona bilingüe funciona como un semáforo. Cuando tiene que elegir una palabra, da luz verde al idioma que está usando y frena con una luz roja el término del que no necesita. Este proceso natural de selección, que hace centenares de veces al día, es como una gimnasia involuntaria que mejora su materia gris.
The brain in a bilingual person works like a traffic jam. When it has to choose one word, the brain opens the language that it is using and stops the one that it doesn't need. This natural process of selection, that makes hundreds of times a day, is like a involuntary gym that improves its grey substance.
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